Ha muerto Gabriel García Márquez, el Nobel de Literatura que marcó un hito en la historia creativa de América Latina, al crear con su realismo mágico a Macondo, un pueblo que con sus personajes pasó a formar parte de una de las obras más leídas en la región y el mundo, Cien años de Soledad, que retrata la vida de la estirpe Buendía.
De
su mano viajaron a las del lector reportajes, crónicas y artículos
donde cada acontecimiento es visto al derecho y al revés,
desmenuzado, explorado en sus más íntimas costuras, calzado con el
dato y la fuente precisos.
Tras dejar constancia de la admiración que siente por sus
novelas, el periodista polaco Ryszard Kapuscinski, expresó al valorar la obra de García Márquez:
"Sus novelas provienen de sus textos periodísticos. Es un
clásico del reportaje con dimensiones panorámicas, que trata de
mostrar y describir los grandes campos de la vida o los
acontecimientos. Su gran mérito consiste en demostrar que el gran
reportaje es también gran literatura".
Ha dejado su impronta para muchas generaciones de intelectuales, el escritor que conoció el amor y fue capaz de imaginar la felicidad.
Ha dejado su impronta para muchas generaciones de intelectuales, el escritor que conoció el amor y fue capaz de imaginar la felicidad.
