Desde la Universidad de Ciencias Pedagógicas José de la Luz y Caballero en Holguín sus voces reafirman el marcado carácter de una profesión de amor.
“Quería tener mi independencia. Asumo el magisterio a los 16 años. Transito algunas enseñanzas, lo que me permitió un cúmulo de experiencias y una visión más completa de todas las formaciones, para ver cómo evoluciona el sujeto, desde una educación y poder interactuar, contribuir a forjar en cada estudiante los fundamentos de una persona instruida en valores y principios éticos”, afirma Alberto Leyva Figueredo, Doctor en Ciencias Pedagógicas. Leer Más